Un espacio donde mezclo la realidad de mi vida con la fantasía dentro de mis pensamientos...mi mundo

miércoles, 30 de julio de 2008

Lo Sabías


La lluvia comenzó de repente, estabas sentado en un sillón, indiferente.
La brisa, fuerte, enojada, tratando de llamar tu atención, entró a tu casa y con un rocío helado te abofeteó en la cara
Los árboles ya no murmuraban, ahora gritaban un quejido desesperado.
Te levantaste y cerraste la ventana. Volviste a tu lugar intentando pensar en otra cosa.
De repente escuchaste el fuerte estruendo de una puerta que cerró, habrás olvidado algún ventanal.
Tu piel se erizó.
Sabías lo que estaba pasando.
Sabías que esa tormenta era yo, furiosa. Solías decirlo, siempre fui muy intensa, demasiado pasional para tu gusto
Sabías que la lluvia eran mis lágrimas, sabías que los truenos y el inquisidor canto del viento era mi rabia
Sabías que yo hice estrellar esa puerta, eso también lo entendiste
Lo que nunca te imaginaste es que me llevaría la llave y me desharía de ella, por si decidías regresar

jueves, 24 de julio de 2008

Te vi

El deseo y la ilusión de un día tenerte entre mis brazos son tan fuertes que ha llegado a aterrorizarme el hecho de pensar que nunca llegarás.
Cuando estoy sola, me pongo a pensar en cómo serás, en que llegarás a mi vida con el verdadero amor que siempre he esperado en tus manos, en que tú eres quien en realidad se merece mi corazón completo, en cómo te voy a entregar todo lo que soy.
Anoche soñé contigo, si, dirán que soy loca, pero sé que eras tú, y en mis sueños te vi, tenías el pelo oscuro y los ojos negros y grandes, sonreías todo el tiempo.
Estábamos en la playa, te abrazaba a mi, te apretaba tan fuerte que te oi quejarte, no dejaba de darte besos, y en ese momento sentí que no quería más nada en el mundo. No supe tu nombre, ni quien era tu padre, solo sé que eras mi hijo y me visitaste mientras dormía, talvez para decirme “Mami, no te preocupes, llegaré en el momento adecuado, pero llegaré”

lunes, 21 de julio de 2008

Frente a la realidad


Ayer mi mamá me recordó que tenía que pagar la tarjeta de crédito, “Hoy es domingo y yo me paso los malditos días completos trabajando, hoy no me hables de responsabilidades, yo pago eso mañana” fue mi respuesta en muy mal tono. Luego me encerré en mi habitación, enojada, prendí el aire, la computadora, la televisión y me dedique a buscar paginas en Internet para comprar unos zapatos para mi fiesta de cumpleaños.
Hoy, cuando salí del noticiario en el que trabajo en producción, me encuentro con un señor que me esperaba en la recepción del canal. Quería saber cómo nosotros como medio de comunicación podíamos permitir que en algunos de los programas el pida una ayuda, necesita urgentemente un transplante de riñón y no tiene forma de costeárselo. Hice lo que pude poniéndolo en contacto con la persona correcta, pero salí de allí incómoda, sabiendo que no es mucho lo que puedo hacer por ese señor que clama por una mano caritativa que le ayude a seguir vivo.
Fue en ese momento cuando me puse a pensar en mi berrinche del día anterior, en las veces que he hecho rabietas porque no me quieren comprar lo que quiero, me sentí como una basura, quejándome de estupideces cuando Dios me ha dado la oportunidad de tener unos padres que se parten en 20 pedazos para darme todo, que me pagaron los estudios en los mejores colegios y universidades para que yo pudiera seguir adelante y no pertenecer a la alarmante cifra de desempleados.
Mientras iba camino a mi casa, me crucé con un señor 
a quien estoy viendo desde niña, él siempre está llevando un saco sobre su espalda no se con qué, me imagino que con botellas viejas para venderlas. Este hombre ya perdió completamente su postura, en forma de numero 7 lleva esa carga, su cara está tan inclinada hacia el piso, que casi no puede mirar hacia delante. A sus aproximadamente 80 años, trabaja diario, duerme en las calles, probablemente se ha de pasar días sin comer (y yo peleando en mi casa porque la comida está mala), no debe recordar lo que es una demostración de afecto, el mundo le ha dado la espalda y él, con su carga sobre la suya, trata de sobrevivir a las calamidades que encuentra en cada uno de sus lentos pasos (y yo quejándome porque no tengo novio).
He pedido perdón a Dios por ser tan desagradecida en tantos momentos, y aun creo que no es suficiente. Creo que todos, al momento lamentarnos por la vida que tenemos, debemos mirar al lado, ver como hay tantas personas, seres humanos, con los mismos derechos que nosotros, que por la razón que sea les ha tocado vivir en la miseria, en condiciones infrahumanas. Y aun así, cuando vamos en el carro con el aire encendido y nos tocan el cristal para pedirnos limosna, les damos un par de monedas enojados para que no molesten más, y ellos sonríen con el único diente que les queda.
Tomemos unos minutos para dar gracias por lo que tenemos en la vida, por poco o mucho que sea, siempre habrá miles de personas que serían más que felices con esas cosas por las cuales nos quejamos

sábado, 19 de julio de 2008

y lei entre lineas...


...que el pasado es algo que nunca podrás cambiar, pero el futuro debe comenzar en algún momento...

jueves, 10 de julio de 2008

No sabes


A veces hay puertas que has decidido cerrar, quién sabe si esperando que alguien en especial las abra, quién sabe si ese alguien lo haría
No sabes si algún día vendrá una persona y las derribará, ignoras si te tocará a ti abrirlas e invitarla a pasar
Odias no saber, odias no pensar en nadie cuando escuchas una canción, dices tú que quieres volver a amar, dicen los demás que no te has dado la oportunidad. Tanto así que por momentos te asustas de pensar que hayas perdido la llave de tu corazón en alguna de esas sacudidas que dá la vida.
Hoy escuchaste esa canción que dice “no hay más miedo que el que se siente cuando ya no sientes na”…respiraste profundo y te pusiste a pensar en otra cosa.