Un espacio donde mezclo la realidad de mi vida con la fantasía dentro de mis pensamientos...mi mundo

martes, 26 de febrero de 2008

Encuentro contigo.


Ya te conocía de antes, nos habían presentado varias veces. Todo el mundo hablaba de ti, solo que algunos no tan bien como otros. Mi madre sí te mencionaba a cada instante, y en realidad fue desde un principio la mas interesada en que me pasara ese fin de semana en las montañas contigo “Te conviene, hazme caso y ve”. Aunque sé que lo sabes, te lo diré: En principio no quería ir, no es que no me interesara estar contigo, si desde que te conocí solo me ofrecías y me dabas maravillas, pero se me ocurría que podía verte en cualquier momento, no tenia que “apartarme del mundo” para irme contigo de fin de semana. “Necesitas tiempo a solas con él. Aprovecha cada segundo” fueron las palabras que uso mi mama para despedirse, mientras yo, con mi maleta, partía hacia aquel lugar donde ya me esperabas.
De camino me la pase mirando por la ventana, esperando que hubiera buena señal para poder llamar a mis amigos si me aburría. 
Desde que llegué me dieron la bienvenida un grupo de personas, sonrientes, felices de que yo ya estuviera aquí, eran quienes te servían. Rápidamente tomaron mis maletas y me dirigieron hacia un salón. “Ven, él te espera”. Recuerdo mi sensación en ese momento, estaba nerviosa, tenia ganas de llorar, pero ya sentía tu presencia, me dabas tanta paz!
Lo que sucedió en ese fin de semana queda solo entre tú y yo.
Pero fueron completamente inolvidables esos días contigo, Dios. Me tuviste entre tus brazos todo el tiempo, allí llore como nunca en mi vida, allí me sentí feliz como hacía años no lo sentía. Tu te dedicaste a sacar de mi todas las cosas que me herían o que dañaban a otros. Limpiaste mi alma, así como hiciste por medio de tu hijo hace dos milenios con las almas de toda la humanidad. Me enseñaste todo tu poder, al hacerme perdonar las peores traiciones de mi vida. Me enseñaste toda tu bondad, al asegurarme que tu también me perdonabas. Sentí tu mano en mi espalda, lo juro! Y aunque siga explicando, nunca encontraré suficientes palabras para explicar lo que viví en pleno contacto contigo.
Ha pasado un año desde entonces, me he alejado un poco de ti algunas veces, y es entonces cuando recuerdo que si no te tengo en mi vida me vuelvo un completo desastre y grito tu nombre llamándote desesperada. Mi sorpresa es que tu no gritas cuando me respondes, porque estas justo a mi lado, y dices “Aquí estoy”. Gracias, gracias por un fin de semana maravilloso, gracias por recordarme que tu perdonas TODOS los errores de quienes te reconocen, gracias por demostrarme que tu das alegría por mas profunda que sea la tristeza. Gracias porque cuando estoy a tu lado, haces de mi vida una fiesta.

Manos hermosas


Tus manos cansadas han sido besadas por el tiempo, ese que dicen que no perdona, ese al que en algún momento quisiste vencer.
Quisiera poder leer cada una de esas grietas, donde se guardan historias, amores, alegrías, lágrimas, decepciones.
Tus manos resignadas ya no tienen la misma fuerza, pero conservan aun mas ternura.
Quizás dejen caer la taza de mamá, pero regalan la mas suave de las caricias.
Quisiera que tus manos conocedoras y llenas de vivencias me llevaran siempre por el camino de mis días…Y cuánto desearía que mis propias manos, puedan verse como las tuyas algún día.

martes, 19 de febrero de 2008

Dulce Escape












Nuestros cuerpos se reconocían, se recordaban,
Nuestras miradas al cruzarse, primero se desviaban nerviosas
Luego, al acomodarse una con la presencia de la otra, se encontraban cada pocos minutos, en complicidad.
Solo tú y yo pensábamos que los demás no lo notaban
Pero callaban, de algún modo nos entendían
El sol no había vuelto a ver nuestros besos
La luna sí fue testigo una noche de nuestra indiscreción
Las paredes, eran nuestras compañeras y aliadas
Y así, lo que en ojos extraños pudo haber sido una bajeza
A nosotros nos elevaba a un lugar donde solo existíamos los dos
Donde podíamos hablarnos y amarnos en paz
Allí, hacia donde siempre pudimos escapar

domingo, 17 de febrero de 2008

Porque sí

















Siento que te quiero
No porque piense que me quieres
Ni porque intentes que te quiera
Siento que te quiero porque sí

Porque lo sentimientos mas reales
Vienen sin que los llamen,
Nacen sin ser forzados
Y a veces, sin saber qué los germina

Te quiero porque eres tú
Porque no alardeas tus virtudes
Porque no escondes tus defectos
Porque así, sin darte cuenta,
Me enseñas mucho de lo que esta dentro de mi

Me gusta verme en tus ojos
Y descansar en tu mirada callada
Me gusta reír cuando estoy contigo
Y pensar que en ese instante no quiero mas nada
Me gustó incluso en algún momento,
Cuando no mirabas, saber que lloré por ti

sábado, 16 de febrero de 2008


Por días, sus emociones se convertían en torbellinos que la golpeaban fuerte contra la pared mas cercana, dejándola aturdida. Ponía las manos en su cara, respiraba profundo, se recogía el pelo hacia atrás, pero su respiración no cambiaba, era como si le faltara el aliento.
Entonces comenzaba su mente a arrojarle escenas e imágenes al azar. Ojos que la miraban, labios que la acusaban emitiendo juicios sobre sentimientos que sólo ella conocía, personas ocultando verdades, otros dando la espalda sin preocupación alguna. Gente vacía y aburrida. “Estupidos” – pensaba. Fruncía el ceño, intentaba nuevamente respirar profundo.
Tanta gente a su alrededor, y al mismo tiempo, como si no hubiera nadie. Tantas palabras que finalmente no decían nada. Tantos excesos. Tanta escasez. Tantas personas hablando al mismo tiempo!
Hoy, ella llegó cansada a casa, cansada de lo mismo. Agotada por un día mas hueco que otra cosa. “Hay días mucho mejores” –pensó. Se sentó a escribir. Prefirió hacerlo en tercera persona, porque a veces es mas fácil hablar del otro que de sí mismo.

martes, 12 de febrero de 2008

Que risa!

Leslie: Que linda esa frase que tienes en tu blog, quien la escribió?
Ro: Paulo Coelho
Leslie: Tienes que poner abajo que fue él entonces
Ro: ahhhh no! pero en mi blog fui YO que la escribi
Leslie: ...¿?
 (Breve silencio... ...risas)

viernes, 8 de febrero de 2008

Una mujer inteligente


Una mujer inteligente no deja de vivir, porque no quiere dejar de aprender.
Hace siempre lo que desea, así no tendrá que culpar a nadie más que a ella misma si fracasa.
Nunca dirá “todos los hombres son iguales” porque sabe perfectamente que no es así.
Sabe que su carrera es lo que no permitirá que dependa nunca de nadie, por eso le da tanta importancia.
Conoce el valor de una buena conversación.
Puede conversar sobre política, arte o historia, pero sabe también cuando hacerse la tonta.
Entiende que formar una familia no es broma, y cuando la tiene lucha por ella con uñas y dientes.
Una mujer inteligente sabe que solo un hombre inteligente la podrá acompañar por el resto de su vida y que ese hombre primero deberá demostrar que será el mejor padre para sus hijos.

Amor a tu manera...


Se ha escrito tanto sobre amor, se le ha atribuido tantas definiciones, tantos estatutos y teorias que pretenden explicar lo inexplicable, haciendo que el mismo pierda su verdadera escencia, la de ser un sentimiento “personalizado” si asi se podria llamar. Y digo personalizado porque es el unico que independientemente de la forma en que cada quien lo sienta o manifieste, siempre resulta válido, mientras no se convierta en otra cosa.

Partiendo desde el punto de que veo el amor como una obra de arte que cada quien elabora de acuerdo a sus vivencias o al momento de su vida en el que se encuentra ( y sí, sin darme cuenta creo que lo estoy definiendo ), una obra de arte que en la mayoria de los casos es completamente vulnerable a cambios de forma, color, tamaño y textura, cambios que son influidos por diferentes elementos, insisto, cada quien tendra los suyos, creo que mientras mas se saborea este sentimiento, mas absurdo resulta intentar explicarlo. Y si no es este el caso, y aparece una persona que haga del amor un concepto establecido e irrevocable, entonces pienso, que si ya no existe la magia de hacer de lo universal algo propio y unico, yo personalmente dejaría de creer en él.

martes, 5 de febrero de 2008

A tí


Ahora entiendo porqué me dijiste una vez “No puedo ser tu amigo, si lo que quiero es estar contigo”
Recuerdo que lloré, estábamos en el balcón, me volteé, te di la espalda para que la brisa secara mis ojos brillosos, pero no pude retenerlas, y dos lágrimas bajaron con prisa. Entré corriendo a la sala con la torpe excusa de un “vengo ahora”. Fui a la cocina, allí me sequé las lagrimas, respiré profundo varias veces y salí.
Estabas todavía sentado en ese banco, me miraste, en mis pensamientos todavía puedo ver tus ojos en ese momento. Te miré y te dije “No quiero que dejemos de hablar, quiero que seamos amigos, pero nada mas que eso”
Tu NO fue rotundo, siempre fuiste así, callado pero seguro de qué era justo lo que buscabas. Me querías, lo sé, y no podrías verme de otra forma. Mi egoísmo no me dejaba entender lo que sentías tu. Yo simplemente te quería tener cerca siempre, solo que en ese momento, no tan cerca como me querías tener tu.
Hoy, creo que me odias. Hoy me miras y volteas la cara, quizás me lo merezco, lo sé. Pero hoy te puedo decir algo, después de tantos meses, te entiendo. Entiendo que a veces es mejor irse, alejarse. Tristemente, entiendo lo inservible que puede resultar una amistad, por mas sincera que sea, cuando te la ofrece alguien por quien sientes algo más que eso.
Hoy, por unos minutos, hubiera querido tenerte en frente y pedirte perdón por haber sido tan dura, por tantas cosas más… y decirte que ya sé exactamente lo que sentiste. Que tu tristeza está paga.