Vueltas y vueltas…Me encuentro frente al computador, con una conversación abierta sin que me respondan, y con esta hoja en blanco. Comienzo a escribir lo que siento, lo borro, empiezo de nuevo, lo borro otra vez. No se como iniciar un verso triste. La verdad hace mucho que no lo hacia. Y así, con rodeos, empieza a asomarse tímidamente la intención de mis letras.

La claridad con la que puedo ver tantas cosas siempre ha sido un arma de doble filo.

Puedo notar claramente que algo me falta. También que cosas me sobran. Puedo distinguir perfectamente cuales son las desiciones correctas. De igual manera, me doy cuenta como muchas veces las paso por alto.

Me miro al espejo y aunque suene arrogante, puedo percibir perfectamente mi belleza física. Pero sigo mirando, detenidamente y dentro de mis ojos veo tristeza. Casi de forma automática vienen a mis pensamientos todas las cosas por las que debo dar gracias a Dios, una familia que no cambiaria por nada, unos padres que me recuerdan todos los días cuanto me quieren, una carrera profesional encaminándose hacia un futuro próspero, respaldada por un nivel de inteligencia sobre lo normal (de acuerdo a los psicólogos cuando entré a la escuela), exactamente la cantidad de amigos necesaria para seguir creyendo en la amistad, exactamente la cantidad de traiciones necesarias para recordarme que no debo confiar en todos los que me rodean, y lo mas importante, la oportunidad de conocerlo a El, y saber que su palabra es la única que dará paz y me llevara a su lado algún día.

De pronto, me siento desagradecida y siento que casi de forma obligatoria, debo sonreírle a la vida.

Hace una o dos noches, lloré casi sin razón de una forma extraña, tenía un nudo muy fuerte e incómodo en la garganta, ese nudo nunca lo había sentido mientras lloraba sola…y pienso: Es que hay tantas cosas guardadas dentro de mi queriendo salir al mismo tiempo, que me aprietan la garganta?

Mientras la respuesta llega sola, me dedico a llorar cuando tengo deseos, y a disfrutar la gran maravilla de haber nacido como un ser con una fuerte sensibilidad ante la vida y con las emociones siempre desnudas.